junio 18, 2019

That's it

Me eximo completamente de la culpa, el coraje no tiene lugar cuando el peso de la carga me supera y me entierra. Aunque me libere totalmente de cualquier indicio de cobardía, no es la valentía ni el esfuerzo inhumano el remedio a vivir enferma.
Si algún día miro atrás y veo la misma miseria, el mismo automatismo, la repetición de los días iguales, desearía no sentirme responsable de mi propio destino. Lograr aceptar el no poder ser mis fantasías, el no poder hacer mis ideas o caprichos. Reconocerme a mí misma como eso, sin pesadumbre, sin más, ser y morir, haber sido de esa forma y no de otra, haber vivido lo que viví, lo que le escatimé a la vida, lo que me permitió. Sacarme cualquier imposición social y madurar. 
Mi existencia fue esto, yo fui Anabella, y ya.


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