Dios
Que bien elegiste mi castigo
Pero yo te abandoné primero
Y desde entonces
La habitación perpetua. Afuera;
El jardín para visitas
Efímeras
Que miran la puerta y no se atreven a entrar
O no pueden.
La lámpara de 8 watts del cuarto pestañea
Un silbido de pava, un trueno del cielo
Un pájaro espía por la ventana
Es inútil
No limpio hace años.
Mi cama está fría
Cinco frazadas y un acolchado
Que me hunden y apenas me abrigan
Pero es mejor así
Porque cuando estoy muy mal,
me sumerjo en el colchón
Nadando atravieso el suelo y las paredes
Si me miro en el espejo se me desfigura el rostro
Siempre es igual.
Todo mi esfuerzo lo veo en vano
Ajustar la lámpara
Hacer la cama
Salir al jardín
La lámpara se rompe
Las sábanas me enroscan
Afuera todos me dejan
Todos me dejan.
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